Y creo sinceramente que un cambio en nuestra alimentación puede mejorar nuestro modo de sentir y percibir el mundo. Alimentarse de la energía del sol, de los frutos de la tierra en su estado natural, cuidando y amando todo aquello que está a nuestro alrededor nos sensibiliza, nos hace ser más conscientes y por tanto, nos ayuda mental y físicamente.
A través de hacerme vegetariana me he embarcado en un viaje del que continúo. Conocer aquello que era desconocido me ha aportado la experiencia de encontrar soluciones éticas y sostenibles para nuestro día día y, precisamente eso es lo que quiero compartir a través de esta página.