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Manzana y canela, inseparables



Aquí os traigo una deliciosa receta con la que disfrutar entre horas, perfecta si las acompañamos con un chocolate, café o té. Son muy sabrosas y no llevan ni azúcar ni harina. Las puedes preparar y poner en un horno a baja temperatura unas dos horas sino tienes deshidratador. El truco para preparar estos docentes de manzana y canela es picar poco los ingredientes para notar los tropezones dulces y crujientes.


La Receta

3 Tazas de copos de avena

1/2 Taza higos secos + 1 Taza pasas

(puedes substituir por dátiles u orejones, pero atento a éstos últimos ya que deben ser de color oscuro, si los encuentras naranjas es que no son naturales)

3 manzanas dulces

Un puñado de nueces

1 cm jengibre fresco rallado

Un poquito de piel de limón (atento a no rallar la parte blanca)

1 cucharadita de vainilla en polvo

1 cucharada rasa de canela molida

1/4 aceite girasol, oliva suave o de coco



Para la preparación debemos de triturar 1 taza de los copos de avena y mezclar junto a los anteriores. Picar finamente los higos junto con las pasas y el puñado de nueces. Los frutos secos se activan al remojarlos en agua previamente, por lo que te recomiendo remojar las nueces la noche anterior. Pero si pensabas preparar la receta ahora mismo, deja remojando las nueces en agua mientras picas los demás ingredientes, ya verás que sucia sale el agua después! Toda esa agua turbia la ingerimos al comernos los frutos secos sin remojar. Al entrar en contacto con el agua durante unas horas, se liberan unas enzimas bloqueadoras que resultan indigestas y, por ello el agua adquiere ese color turbio. De algún modo, al remojarlas activamos su ciclo de vida para que germinen, por lo que absorbemos por completo todos los nutrientes que nos puedan ofrecer.


*Aunque el agua residual no es buena para beber, es ideal para el sustrato de nuestras plantas.


Cuando ya tenemos la parte seca mezclada, tal y como vemos en la imagen superior, picamos en trocitos pequeños la manzana con piel. Añadimos el aceite, la vainilla y la canela junto con el jengibre y la piel de limón. Removemos y mezclamos con la avena, los higos, las pasas y nueces.



La masa debería de quedar como la imagen de la derecha, más compacta que aguada. En esta fase puedes probar la mezcla y decidir si hace falta algo más, como todos los ingredientes elegidos se pueden comer crudos no hay que tener cuidado como en la elaboración de dulces con harinas o huevos.


Prueba con una cuchara bien grande, está buenísimo.


A partir de este momento puedes darle la forma que prefieras, yo he escogido la de aros pero te invito a que pruebes distintas formas, sé creativo y disfruta!


Una vez ya tengas las formas mételas en el horno a baja temperatura. En la deshidratadora tardan 12 horas porque se mantienen a una temperatura continua de 40º, consiguiendo que no se destruyan las encimas. En un horno se pueden elaborar igualmente, pero si las quieres hacer crudiveganas, mantenlo a la mínima temperatura 2 horas y deja la puerta abierta después para aprovechar el calor residual. Si prefieres cocinarlas tal cual, basta con 20 minutos a 120º o hasta que las veas crujientes. El resultado es asombroso!

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